Para pensar





  1) El nombre propio


"—Me llamo Olga y tengo diez años. Y tú, ¿cómo te llamas?
—Pues no sé, creo que no tengo nombre, nadie me lo ha puesto. ¿Quieres hacerlo tú? Me gustaría mucho tener un nombre y decir a los demás cómo me llamo.
—Veamos... estoy pensando. Eres un conejito de luz, podrías llamarte Lumy.
—¡Oh, suena bien! ¡Me gusta! ¡Pregúntame cómo me llamo!
—¿Cómo te llamas?
El conejito se puso a dar saltos de alegría y, con mucha excitación, exclamó:
—¡Lumy! ¡Oh, qué contento estoy! ¡Tengo un nombre! —y lo repitió una y otra vez dando palmadas de alegría."

¿Por qué se alegra el conejito de luz cuando la niña Olga le pone un nombre? ¿Es tan importante tener un nombre? ¿Para qué sirve? ¿Qué crees?

Y si te llamaras de otra forma, por ejemplo, Eulalia, Federico, Olimpia, José Luis..., ¿seguirías siendo tú?

¿Para qué nos sirve nuestro nombre? ¿Para que nos llamen por nuestro nombre y sepamos que nos hablan a nosotros y no a otros?

¿Qué pasaría si nadie tuviera un nombre propio? ¿Te imaginas vivir en un mundo en el que las personas no tuviesen nombres?

¿Y qué crees, eres lo que te llamas o eres mucho más que el nombre que tienes?



2) La importancia de las cosas


"Pensé que era una pena que los adultos no tuvieran tiempo para cosas importantes como observar las nubes, recoger flores y charlar con un conejo blanco de dorados ojos y nariz violeta.
—Lo más importante es que el sol ha salido por la mañana y empieza a calentar la tierra, niña Olga. Las flores respiran con alivio. ¡No sé cómo no te das cuenta de esto! Las hojas y las flores se lavaron con las gotas del rocío y empezaron a beber el frescor del agua. En el prado nacía un nuevo día. ¿Qué puede haber más importante que esto?
—Lumy, nunca lo había visto así. Creo que los conejitos de luz sabéis mucho más sobre las cosas importantes que los humanos."

¿Qué es lo importante? ¿Qué es? ¿Cómo podemos distinguirlo de lo que no lo es? ¿Sabremos hacerlo? Es más probable que lo consigamos si aprendemos a reconocer lo que es importante para nosotros.

A menudo a los adultos se les olvida lo verdaderamente importante y se empeñan en gastar su energía y tiempo en perseguir espejismos. Se esfuerzan en tener más y más, y, sin darse cuenta, descuidan lo más importante, vivir conscientes, ser importantes y valiosos para ellos mismos.

¿Te atreves a averiguar qué es lo importante para ti? ¡Ánimo!



3) El tiempo


"—¿Y cuánto tiempo estarás por aquí? —pregunté inquieta.
—¿Tiempo? ¿Qué es el tiempo? No comprendo lo que me preguntas.
—Pues, si vas a estar una semana, un mes, un año. . .
—No sé, no sé qué decirte. Lo que sí sé es que mientras esté contigo, niña Olga, estaré de verdad contigo."

¿Qué es el tiempo? ¿Son los segundos, minutos, horas. días, semanas, meses, años...? ¿Qué es? ¿Todos los minutos son iguales? ¿Todos tus minutos vividos son iguales? Algunos pasan rápido y otros se alargan. ¿Por qué? Unos se van sin apenas dejar huella, sin grabarse en la memoria, y sin embargo, otros instantes se quedan contigo para siempre, se recuerdan, dejan su impresión en ti. ¿Por qué crees que sucede? A veces parece que vives toda una vida en unos pocos días, y otras veces, el tiempo transcurre lentamente, se detiene como si fuese agua en una balsa y da la sensación de que a uno no le pasa nada, nada memorable. 

¿Qué crees, es fácil medir el tiempo vivido? ¿Qué es el tiempo? ¿Es importante? ¿Es importante para ti?

¿Qué haces con tu tiempo? ¿Cómo lo vives? ¿Te gustaría hacerlo de otro modo?


4) Lo bueno


"—¡Oh, sí! Es porque está viva. La hierba toca la piel, nos toca; nos cuenta su historia, nos dice cómo está, cómo se encuentra y descubre cómo estamos nosotros.
—No entiendo, Lumy. ¿A qué te refieres? Las plantas no piensan y no hablan. No nos pueden contar nada.
—Pues no sé si piensan, niña Olga, desde luego no como tú. Pero sí sienten y tienden a lo que es bueno para ellas.
—Entonces, ¿son sabias?
—Bueno, en cierto modo sí.
—Deben de serlo, porque yo pienso mucho y, a menudo, no sé lo que es bueno para mí. Quizás sea porque sólo soy una niña.
—¡Oh, no lo creo! —exclamó el conejito de luz dando pequeños saltos sobre la hierba. Lumy arrugó su naricita violeta, movió sus bigotes y sonrió añadiendo—: Muchas veces los adultos tampoco saben lo que es bueno para ellos. Se hacen un lío con las cosas. Se les olvida qué son."

¿Qué es lo bueno? ¿Qué es lo bueno para mí? ¿Te lo has preguntado alguna vez? ¿Cómo distinguir lo bueno de lo malo? ¿Es fácil o es difícil?

Cabría afirmar que es bueno pensar sobre qué es lo bueno y sobre qué es lo bueno para uno, que no siempre coinciden.

¿Lo bueno te hace bien, te hace más fuerte, más tú como individuo? Podría ser una pista.

¿Lo bueno es aquello que te ayuda a sentirte mejor? No siempre es así, aunque también podría ser una pista. A veces es bueno sentirse mal o a disgusto porque  te sitúa en la búsqueda de un bienestar que no tienes. Uno desea sentirse bien, reflexiona, cuestiona, busca soluciones, encuentra... 

Entonces, ¿algo malo puede convertirse en algo bueno para uno? Puede suceder, ¿no crees?, aunque por lo general eso se ve pasado un tiempo y depende mucho de cómo uno se enfrenta con el problema, y si sale airoso de la situación o no. Si se supera la dificultad uno aprende nuevas cosas, comprueba que es capaz, gana en confianza y autoestima, crece...

Insistimos: es bueno reflexionar sobre qué es lo bueno y sobre qué es lo bueno para uno mismo. Es importante aprender a reconocerlo. Saber qué es lo bueno para uno se relaciona con el conocimiento de uno mismo, con vivir consciente y poder decidir con propiedad, elegir con criterio. ¡Ánimo! Merece la pena invertir tiempo en averiguar lo que es bueno y lo que no lo es. No dejes de intentarlo.


5) Eres único/a y singular


"¡Qué peculiar era Lumy! Mi querido conejito de luz era único en su especie, muy singular.
—Lumy, no hay otro igual a ti. ¡Eres único!
—¡Oh, sí! Soy único —reconoció el conejito saltando de piedra en piedra—, como tú. Tú también eres única.
—¿Única yo? ¡Qué va! Hay un montón de niñas como yo.
—Te equivocas —dijo el conejito blanco parándose en una piedra para mirarme muy serio con sus ojos dorados—, no hay nadie como tú. Eres única, niña Olga. Puede que las demás niñas se te parezcan, pero no son tú. Tú eres tú, y nadie más puede serlo por ti —concluyó el conejito de luz y se fue brincando alegre de piedra en piedra.
—Así que soy única —me dije—. Y nadie más puede serlo por mí. ¡Qué curioso! Nunca lo había pensado. Siempre procuraba parecerme a los demás para que me aceptasen."

¿Sabías que eres único/a y singular, y que nadie, nadie en el mundo entero puede serlo por ti? ¡Qué cosas! Nadie, nadie en el mundo entero puede ser tú, pensar como tú, sentir como tú, decidir como tú, actuar como tú, crear como tú. ¡Qué responsabilidad!, ¿no? ¿Es tu responsabilidad lograr ser tú mismo? ¿Alguien que no sea tú puede hacerlo por ti? ¿Qué crees?

¿Te das cuenta de lo valioso/a que eres? Un vivo misterio por descubrir, único y singular. Es bueno valorarlo y aprender a respetarse como ese ser único e irrepetible, siempre peculiar, capaz de imaginar y crear, capaz de hacer que el mundo en que vivimos sea mejor. 


6) Las sonrisas


"—Lumy, cuando me sonríes, creo que todo va bien. Mis miedos se desvanecen.
—¡Claro, niña Olga! Las sonrisas son importantes. Cuando yo te sonrío, te saludo, te digo que te veo, que me gusta verte.
—Y yo, ¿qué te digo cuando sonrío?
—Cuando tú me sonríes, me dices: «¡Hola, Lumy! Estoy aquí, contigo, y me gusta estar aquí, contigo. Quisiera que también a ti te gustara estar aquí conmigo.»
—¡Cuántas cosas se dicen en una sonrisa! —exclamé extrañada.
—¡Oh, sí! Y muchas más, niña Olga.
—¿Más, Lumy? ¿Qué cosas más?
—Bueno, otra cosa que se dice en una sonrisa es que quieres seguir en contacto con esa persona a la que sonríes. Es como una invitación. Le estás diciendo que te importa.
—Sí, tú me importas; me importas mucho, Lumy.
—¿Y sabes otra cosa? —prosiguió el conejito de luz dando saltos a mi alrededor.
—¿Qué, Lumy?
—Las sonrisas son contagiosas. Cuando tú sonríes a alguien, es fácil que esa persona te sonría a ti, y que sonría a otras personas.
—¡Es cierto, Lumy! Cuando tú me sonríes, yo no puedo menos que sonreírte. Y cuando vuelvo a casa, les sonrío a mis abuelos. Ellos me sonríen a mí. Dicen que les encanta verme tan contenta y de buen humor; y eso es gracias a ti, Lumy, aunque ellos no lo saben."

¿Las sonrisas son importantes? ¿De qué están hechas las sonrisas? ¿Cuando alguien sonríe su cara se ilumina o se oscurece? ¿Qué crees?

¿Qué dice una sonrisa? ¿Qué mensajes encierra? ¿Todas dicen lo mismo? ¿Todas las sonrisas son iguales?

¿Es verdad que las sonrisas se contagian? ¿Te imaginas una sonrisa dando la vuelta al mundo? ¿Crees que una sonrisa puede tener tanta fuerza? ¿Qué hace una sonrisa? ¿Cuál es su magia? 


7) Cuando alguien que amas se va


"—Lumy, no quiero que te vayas —le dije al día siguiente—. Te quiero cada vez más.
—Yo también te quiero. Y hoy, no me voy —me contestó con dulzura.
—Ya, pero yo no quiero que te vayas nunca.
—¡Oh, niña Olga, eso es imposible! En algún momento, me tendré que ir —y el conejito de luz saltó a mis brazos y frotó su cabecita contra mi pecho.
—¡No! ¡No! ¡No quiero que te vayas! No quiero que te vayas nunca —añadí apretando con fuerza a Lumy contra mí.
—¡Cuidado, me aprietas demasiado! Apenas puedo respirar.
—¡Perdona, Lumy! No quería hacerte daño —dije aligerando el abrazo—. Sólo que no quería perderte.
—Y no me perderás. Es imposible que me pierdas. Sólo se pierde a la gente cuando uno se olvida de ella, cuando se le vuelve indiferente.
—No acabo de entenderte, Lumy. ¿Qué quieres decir?
El conejito de luz me sonrió. Se quedó pensando un rato, como si estuviese eligiendo palabras para explicarlo mejor.
—Lo que quiero decir, niña Olga, es que cuando quieres a una persona, ésta, en cierto modo, permanece siempre contigo, incluso cuando se va."

¿Qué hacer cuando alguien que quieres se va? ¡Cómo duele!, ¿verdad? Parece que te rompes por dentro y todo tu mundo se viene abajo. ¡Qué difícil salir adelante! ¿Qué crees, la ausencia de esa persona querida es igual a que no existe ya para ti, a que no está contigo? Y cuando olvidas a alguien, ¿sigue existiendo para ti? ¿El olvido es lo mismo que la muerte? ¿Qué opinas?

¿Se puede afirmar que las personas a los que se quiere, que son importantes para uno permanecen con nosotros incluso cuando no están con nosotros? Pensamos en ellas, las seguimos queriendo, de alguna manera forman parte de nosotros, las recordamos, las echamos de menos.

¿Crees que merece la pena querer a alguien aunque se sufra cuando se vaya o, por el contrario, es mejor no querer a nadie y así no sufrir si esa persona amada se va?

¿Es una gran suerte amar o haber amado?

¿Las personas pueden no amar, no querer a nadie? 

¿Te imaginas un mundo sin amor? ¿Sería humano? 

¿Qué opinas, es importante amar? 

Escribe tus consideraciones en el blog, por favor, para que otros puedan compartirlas. Gracias.


8) Competir o colaborar


"—La verdad es que nunca antes había observado a las hormigas.
—Pues llevan hojas, ramitas, piedrecitas pequeñas..., un montón de cosas. Y ¿sabes?, se organizan muy bien. Las unas ayudan a las otras, y, así, consiguen llevar las cosas al hormiguero.
—¡Qué pequeñas son, Lumy! —exclamé.
—Sí, niña Olga, son muy pequeñas, pero como colaboran unas con otras en un mismo objetivo, lo logran. La unión hace la fuerza.
Pensé que Lumy tenía razón, que la unión hacía la fuerza. Me di cuenta de que no era lo mismo colaborar que competir. ¿Qué pasaría si las hormigas compitiesen unas con otras en vez de colaborar? No sabría qué decir. Seguramente sería un caos; quizás, morirían."


¿Qué es competir y qué es colaborar? ¿Se llega a lo mismo? ¿Uno se comporta igual compitiendo que colaborando? ¿Qué crees que siente alguien que compite con otro? ¿Y el que colabora con otro? ¿Qué obtiene cada uno?

En la vida, hay momentos para competir y otros para colaborar. ¿Sabes distinguirlos? ¿Qué crees, eres una persona sobre todo competitiva o colaboradora?

¿Qué opinas, si las personas colaborasen más unas con otras nos iría mejor? ¿Viviríamos en un mundo más humano, más enriquecedor? ¿Qué crees? 


9) Mi hogar


"Tienes que entenderlo —añadió Lumy muy en serio—, en el arroyo vive mucha gente, el agua es su hogar.
—¿Qué gente, Lumy? —pregunté perpleja.
—Pues los peces, los renacuajos, las ranas, los insectos, las algas y muchos más seres vivos... Algunos son tan diminutos que no se ven a simple vista, pero también viven en el arroyo."

¿Dónde vives? ¿Y con quién? ¿Te gusta tu hogar? ¿Tu hogar es sólo tuyo o lo compartes con otros?

¿Dónde se encuentra la casa en que vives? ¿En una ciudad? ¿En un pueblo? ¿En el campo? ¿En las montañas? ¿Vives en una isla en medio del mar?

¿Qué crees, dónde termina y dónde comienza tu hogar? ¿También vives más allá de la puerta de tu casa?

¿Qué opinas, nos vendría bien a todos, grandes y pequeños, aprender a cuidar el lugar en el que vivimos? 


10) Por qué, para qué y las consecuencias


"—¡Cuánto sabes, Lumy! Los conejitos de luz sois sabios, mucho más que los humanos, que, a menudo, hacemos las cosas sin pensar. No pensamos por qué las hacemos ni para qué, y menos, en las consecuencias de nuestras acciones."

¿Tú qué crees, los humanos a menudo hacemos las cosas sin pensar? ¿Es bueno reflexionar sobre las cosas? ¿Por qué? ¿Para qué sirve? 

¿Es posible imaginar lo que sucederá si hacemos una cosa u otra? Y si lo imaginas, ¿podrás elegir mejor lo que más te gusta o te conviene, y actuar para lograrlo? 

¿Se pueden prever las consecuencias de lo que hacemos?

¿Es bueno para uno, tenga la edad que tenga, acostumbrarse a pensar y a reflexionar? ¿Qué opinas? Podrías convertirlo en un hábito muy útil.


11) Cuidar lo que me rodea


"—Me parece muy bien que quieras limpiar el arroyo —añadió mi abuela—. Es importante mantener limpio el lugar donde uno vive. Si no cuidamos lo que nos rodea, podemos acabar viviendo en un montón de basura; y eso no sería una buena forma de vivir. 
Pensé que, quizás, mi abuela tenía razón. Tenía razón también al decirme ayer que limpiara mi cuarto. La verdad, vivir entre la basura no me apetecía ni lo más mínimo."

¿Qué crees, es importante mantener limpio el lugar donde uno vive? ¿Por qué? ¿Para qué me sirve? ¿Qué consecuencias se obtiene si lo hacemos? ¿Se vive más a gusto en un lugar limpio?

¿Qué opinas, puedes hacer algo para mejorar el lugar donde vives? ¿Es tarea tuya cuidar lo que te rodea?

¿Qué pasaría si las personas cuidaran lo que les rodea, no sólo en casa sino también fuera de ella? ¿Nuestro mundo sería mejor? ¿Es bueno cuidar nuestro entorno? ¿Es bueno aprender a cuidar la Naturaleza, nuestra Tierra, el lugar donde vivimos? ¿No crees que es conveniente hacerlo y practicarlo mucho, todas las veces que vayamos al campo, a la montaña, a la playa, al parque... Seguro que todos los seres vivos, y no solo humanos, nos lo agradecerán, porque la Tierra también es su hogar.

¿Has observado que algunos humanos se comportan como si la Naturaleza, la Tierra fuese suya? ¿No crees que están en un grave error? La Tierra no nos pertenece. Vivimos en este maravilloso hogar junto a otros seres vivos. Es necesario y bueno que aprendamos a cuidar nuestro hogar, la Tierra, como si fuese nuestro gran tesoro. Nos va la vida en ello.

¿Qué pasaría si la Tierra se convirtiera en un mal lugar donde vivir, hostil, contaminado, pobre, peligroso...? ¿Quieres ayudar a que eso no suceda? Piénsalo, ¿qué puedes hacer? Todos somos importantes, tengamos la edad que tengamos, y la unión hace la fuerza. ¿Estás de acuerdo? 


12) El valor de lo que hacemos


"—Sí, ayer trabajamos bien —dijo el conejito, moviendo ufano sus bigotes de color violeta.
—Y ¿sabes, Lumy?, no me resultó aburrido ni pesado.
—Pues claro, niña Olga. Es porque lo hicimos con alegría e ilusión —Lumy me sonrió. Sus dorados ojos-soles me calentaron el alma—. Además, sabíamos que lo que estábamos haciendo era importante para otra gente —continuó mientras jugueteaba con sus largas orejas, blancas por fuera y violetas por dentro.
—Sí, Lumy. Es curioso que el saber que lo que haces es importante para alguien, lo convierte en algo valioso.
—Sí. Recordar el valor de las cosas que uno hace lo vuelve interesante —añadió el conejito de luz mirándome serio.
—No entiendo, Lumy. ¿Qué quieres decir? —pregunté.
—Quiero decir que si uno recuerda para qué sirven las cosas que hace, que son valiosas para alguien, las hace más a gusto. A todos nos gusta hacer cosas importantes."

¿Qué crees, hacer las cosas con alegría e ilusión es igual que hacerlas a desgana? ¿Qué es lo que le da color a lo que hacemos? ¿Está en nosotros? ¿Está fuera de nosotros? ¿Podemos hacer algo para que lo que hagamos se vuelva más interesante?

¿Qué opinas, recordar el valor de las cosas que uno hace lo convierte en interesante? ¿Estás de acuerdo con Lumy?

¿Te gusta hacer cosas importantes? ¿Qué hace que las cosas se vuelvan importantes? Si quieres, déjalo escrito en el blog.


13) Quién soy


"—Abuela, ¿tú sabes quién eres?
—¡Qué pregunta, Olga! —me contestó extrañada—. Soy tu abuela María.
—Entonces, está claro. Eres mi abuela —repetí—. Eso es quien eres.
—Bueno, espera un momento —dijo—. También soy la madre de tu madre y la mujer de tu abuelo Eduardo.
—De acuerdo. Tú eres mi abuela, la madre de mi madre y la mujer de mi abuelo Eduardo. Todo eso es quién tú eres, ¿no?
—Sí. Pero también he sido maestra y, ahora, soy la que trabaja en el campo.
—Abuela, eso se complica —reconocí.
—Sí, Olga. Es complicado saber quién es uno.
—Entonces, ¿yo quién soy?
—Tú eres mi nieta Olga, la hija de mi hija. Eres estudiante y bastante buena, por cierto.
—Pero abuela, soy algo más —afirmé—. Yo soy yo, única y singular.
—¡Qué cosas dices, Olga! Tienes toda la razón. Eres una niña muy inteligente —añadió."

¿Quién soy yo? ¿Te lo has preguntado alguna vez? 

Cada persona es única y singular, irrepetible, ¿por qué? Las personas se parecen, sin embargo todas son diferentes o ¿crees que hay dos personas idénticas en alguna parte?

¿Ser madre, padre, hermana, hermano, hijo, hija, abuela, abuelo, nieto, nieta... es suficiente para identificarse? ¿Los papeles que desempeñas por ser pariente de otros te influyen en cómo eres, en lo que eres? ¿Esos papeles pueden definirte? ¿Qué crees?

¿Y la profesión o el oficio, te definen? ¿Te influyen mucho para ser quien eres? ¡Qué complejo es!, ¿no?

Comprender quién es uno es una de las cuestiones más complicadas, apasionantes e importantes en el desarrollo personal. Cabría decir que descubrir quién es uno mismo es la cuestión principal. 


14) Lo que soñamos despiertos


"—¿Sabes, niña Olga?, los sueños son muy importantes —insistió pensativo.
—¿Sí? ¿Por qué, Lumy? —volví a preguntar.
—Porque las personas están hechas también de sus sueños —me respondió serio.
—No entiendo, Lumy. ¿Quieres decir que yo soy lo que sueño?
—En cierto modo, sí, niña Olga. Eres esa niña que sueña con volar... y con muchas más cosas, ¿verdad?"

¿Quién soy? ¿Soy esta persona que sueña con ......? 

¿Con qué sueñas tú? ¿Lo sabes?

¿Las personas están hechas también de sus sueños? ¿Cómo es eso? ¿De qué están hechas las personas?

¿Es importante recordar con lo que uno sueña despierto? ¿Por qué es importante? ¿Qué crees? 

¿Recuerdas tus sueños?


15) Los amigos


"—Te quiero mucho, Lumy. Me gusta estar contigo. Me encanta que seamos amigos.
—A mí también me encanta. La amistad es muy importante —afirmó.
—Lumy, eres un buen amigo. Desde que somos amigos, me siento más fuerte, más contenta y optimista.
—Sí, niña Olga. Es porque los amigos, los amigos de verdad, te hacen más fuerte."

¡Qué bueno es tener amigos! ¿No crees que los amigos de verdad te hacen más fuerte? ¿Los amigos de verdad ayudan, cuidan, piensan en el bien de uno, le quieren...? 

¿Cómo distinguir a los verdaderos amigos de los que parecen ser amigos, pero que, en realidad, no lo son? Es muy importante saber hacerlo.

¿Se podría decir que los falsos amigos son los que hacen daño porque sí, o los que se ríen de uno, o los que te traicionan, o los que te obligan a hacer cosas que no te benefician y que no te hacen sentirte bien...? ¿Son los que quieren que seas como ellos desean, los que te abandonan en los momentos difíciles? ¿Qué opinas tú?


16) Lo que hacemos


"Yo pensé que siempre recordaría a mi conejito de luz saltando alegre por el prado. Cuando saltaba, se notaba que le gustaba mucho hacerlo; gozaba con cada salto, se reía de gusto y resplandecía más y más.
—¿En qué piensas, niña Olga? —preguntó mirándome curioso.
—En que tú eres ese conejito al que le encanta saltar. Ese eres tú.
—Sí, niña Olga. Soy el conejito al que le encanta saltar, reír y hacer cosas importantes, como charlar con mis amigos o ayudar a limpiar un arroyo. Y a ti, ¿qué te gusta hacer?
—A mí me gusta jugar con mis amigos, pasear, leer, aprender cosas nuevas, bailar, patinar, montar en bicicleta y, sobre todo, estar contigo, Lumy.
—¿Ves? Eres esa niña a la que le gusta hacer todo eso —me dijo el conejito de luz.
—Lumy, ¿quieres decir que somos lo que hacemos?
—Sí, niña Olga. Somos también lo que hacemos—afirmó el conejito—. Lo que hacemos es importante, porque, a su vez, nos hace a nosotros."

¿Qué te gusta hacer? ¿Lo sabes? ¿Eres esa persona a la que le gusta hacer ........?

¿Por qué es importante saber qué nos gusta hacer y qué no nos gusta? ¿Para qué sirve saberlo? ¿Qué crees?

¿Sabiendo lo que te gusta y lo que no, podrás decidir mejor, elegir mejor lo que más te conviene para sentirte bien?  ¿Qué opinas? ¿Conocerse ayuda a vivir mejor?

¿Estás de acuerdo con Lumy en que las cosas que hacemos a su vez nos hacen? ¿Qué crees que quiere decir? ¿Cómo puede ser eso?

¿Nos vamos haciendo mientras hacemos cosas? ¿Cómo sucede?

¿Qué crees, nos cambia hacer a gusto las cosas que hacemos o a disgusto? ¿Cómo repercute en nosotros? ¿Qué huella deja en nosotros? ¿Se la puede descubrir a simple vista? ¿Qué opinas?


17) Lo que sentimos y lo que pensamos


"—¿Así que lo que hacemos es importante, porque nos hace a nosotros? —repetí.
—Oh, sí, niña Olga —afirmó Lumy observando de cerca una margarita—. Y también lo que pensamos y lo que sentimos.
—No entiendo, Lumy. ¿Cómo pueden los pensamientos y los sentimientos hacernos? Sólo son pensamientos y sentimientos, nada más.
—Pues verás, niña Olga. Es que los pensamientos y los sentimientos ocurren dentro de nosotros, no fuera. Los que sentimos y pensamos somos tú y yo. Nadie lo hace por nosotros.
—Sigo sin comprender, Lumy —reconocí—. ¿Quieres decir que si yo me enfado con alguien o pienso mal, la culpa es mía?
—Oh no, niña Olga. No quiero decir eso.
El conejito de luz arrugó su naricita violeta y movió serio sus bigotes.
—Yo no te hablaba de culpas —añadió—. No es cuestión de culpas, niña Olga. Es cuestión de que los pensamientos y los sentimientos tienen lugar en nosotros, no fuera. Somos nosotros viviendo este momento."

¿Lo que sentimos y lo que pensamos nos hace? ¿Cómo es eso? ¿Es verdad que los pensamientos y los sentimientos ocurren en nosotros, no fuera? ¿Somos nosotros viviendo este momento? ¿Será por eso que lo que sentimos y lo que pensamos nos hace?

¿Nos vamos haciendo al vivir día a día? ¿Yo soy igual al que fui ayer? ¿Qué tengo de nuevo? ¿Qué me diferencia del que fui ayer? ¡Cuántas cuestiones por resolver!

¿Y si me voy haciendo al vivir, puedo cambiar si vivo de otra manera? 

¿Qué significa "vivir de otra manera"? ¿Vivir en otro lugar? ¿Hacer otras cosas? ¿Pensar de otro modo? ¿Sentir de otro modo? ¿Tú qué crees, se puede conseguir?


18) Hacer las cosas con amor


"—Me gustan estas campanillas —comenté—. Las podría coger para mi ramo.
—¿Vas a hacer un ramo de flores?
—Sí, Lumy. Se lo prometí a mi abuela. Le hace mucha ilusión.
—Niña Olga, ¿puedo ayudarte? —preguntó el conejito de luz—. Te señalaré las flores más bonitas. Ya lo verás. Lo haré con mucho amor.
—Claro que puedes ayudarme, Lumy —respondí sin dudar. Y tras un momento de silencio, añadí intrigada—: ¿Has dicho que lo vas a hacer con amor?
—Sí, niña Olga —contestó el conejito orgulloso—. Lo voy a hacer con amor, porque las cosas que se hacen con amor, salen mucho mejor.
—No entiendo, Lumy —reconocí—. ¿Cómo se recogen las flores con amor?
—Pues es fácil. Para recoger las flores con amor, tienes que pensar con cariño en esta persona para la que recoges las flores.
—Sí, eso es fácil —dije—, porque yo quiero a mi abuela.
—Bueno —continuó el conejito—. Entonces, te acercas a cada flor, la observas e intentas averiguar en tu imaginación si esa flor le gustará a esa persona a la que quieres.
—De acuerdo, Lumy. Eso haré. ¿Y tengo que hacer algo más?
—Sí. Puedes imaginar a esa persona a la que quieres recibiendo tus flores, sonriéndote agradecida y mirándote contenta. «¡Oh, qué ramo más bonito, Olga!», te diría. «¡Muchas gracias!» Y tu abuela te daría un gran beso, y se sentiría feliz, y tú también te sentirías feliz, porque habrías hecho algo importante para tu abuela, y, porque, gracias a ti, en este momento, tu abuela se sentiría feliz.
—¿Sabes, Lumy?, creo que me va a gustar recoger las flores con amor. Es más —añadí—, a partir de ahora pienso hacer muchas más cosas con amor."

¿Qué crees, te gustaría hacer las cosas con amor? ¿Por qué? ¿Para qué sirve?

¿Qué opinas, hacer las cosas con amor es lo mismo que hacerlas sin amor? ¿Qué consigues de ambas formas, suponiendo que lo hagas bien en los dos casos?

¿Qué te aporta sentir amor haciendo lo que haces? ¿Y a los demás de tu alrededor?

Si quieres compartirlo con otros, déjalo escrito en el blog, por favor. Gracias. 


19) La importancia de las pequeñas cosas


"—¡Qué bien! —exclamó el conejito de luz brincando alegre y mirándome enternecido con sus ojos-soles—. Me hubiera gustado estar allí para verlo. Me gusta ver feliz a la gente.
—¿Sabes, Lumy? A mí también me gusta ver a la gente feliz. Sonríen y se les ilumina la cara. Antes no me daba cuenta de ello, pero desde que te conozco, miro con atención las cosas y me entero más. Me estás enseñando a mirar bien —añadí—, y a comprender que muchas cosas generalmente nos pasan desapercibidas, se nos escapan. Me estás enseñando la importancia de las pequeñas cosas.
—¡Oh, sí, niña Olga! ¡Las pequeñas cosas son importantes! —afirmó Lumy—. A veces, son más importantes que las grandes —y el conejito de luz continuó serio—. La vida está hecha de pequeñas cosas, por eso son importantes."

¿Qué importancia tienen las pequeñas cosas del día a día? ¿Son importantes porque la vida está hecha sobre todo de esas pequeñas cosas que vivimos a diario? ¿Nos damos cuenta de esos momentos o se nos pasan desapercibidos?

¿Qué crees, es posible expandir el tiempo vivido agrandando los instantes y volviéndolos memorables? ¿Cómo se hace esa magia? ¿Se te ocurre alguna forma para lograrlo?

¿Y si detuviéramos nuestra atención en el momento que vivimos ahora? ¿Y si sintiéramos este momento con todos nuestros sentidos? ¿Qué percibes con tus cinco sentidos? ¿Qué sientes? ¿Qué piensas?

¿Recuerdas?, los pensamientos y los sentimientos nacen en nosotros y nos hacen. ¿Estás de acuerdo?

¿Crees que merece la pena vivir conscientemente? ¿Te enriquece? ¿Qué poder tiene la concentración?


20) ¿Estamos hechos de amor?


"—¿Sabes, Lumy?, creo que la gente también estamos hechos de amor —murmuré lo que pensaba.
—Sí, niña Olga. La gente está hecha de amor, estamos hechos de amor. El amor es un sentimiento grande y poderoso —añadió el conejito de luz serio.
—Lumy, me gusta sentir ese amor que siento."

¿Estamos hechos de amor? ¿Qué crees? ¿Cómo es posible eso?

¿El amor es un sentimiento grande y poderoso? ¿El amor mueve a la gente a realizar importantes hazañas? ¿Cuál es la fuerza del amor? ¿Dónde se encuentra? ¿En el amor? ¿En nosotros?

¿Se puede vivir sin amar a alguien o a algo? ¿Te imaginas a alguien que no ame a nadie ni a nada? ¿Sería humano? 

¿El amor que sentimos nace en nosotros? ¿Nace y nos va haciendo? ¿Qué opinas? Si te parece, escríbelo en el blog. Gracias.  


21) Vivir con amor


"—Sí, niña Olga. Vivir con amor te hace fuerte y te reconforta.
—¿Vivir con amor? —repetí—. ¿Qué quieres decir, Lumy? Yo amo a mis padres, a mis abuelos, a mis amigos... Te amo a ti. ¿Eso quiere decir que vivo con amor?
—Sí y no. Eso quiere decir que amas a mucha gente, y eso es bueno. El amor que sientes te hace más humana, más fuerte.
—Entonces, ¿eso es vivir con amor? —insistí.
—Sí y no, niña Olga —respondió paciente Lumy con una plácida sonrisa—. A ver cómo te lo explico —el conejito de luz arrugó pensativo su naricita violeta—. Vivir con amor es como recoger las flores con amor. ¿Te acuerdas? —preguntó—. Es vivir amando la vida. Es tener ilusión de vivir. Es dar importancia a las pequeñas cosas que haces. Es pensar que merece la pena vivir."

¿Qué crees, vivir con amor te hace fuerte y te reconforta o, por el contrario, te debilita? 

¿Se puede aprender a vivir con amor?  ¿Merece la pena intentar lograrlo?

¿Qué cambiaría en tu día a día si aprendieras a vivir con amor? ¿Te haría bien vivir con amor tu tiempo? 

¿Para qué sirve vivir con amor? ¿Qué consecuencias produce?


22) Ver lo invisible


"—¡Mira, niña Olga, cuántas nubes hay! —dijo, casi en un susurro, el conejito de luz—. Detrás, se esconden las estrellas.
—¿Qué estrellas, Lumy? —pregunté asombrada—. Yo no veo ninguna.
—Pues, las estrellas que vi anoche —me contestó—. Que no las veas, niña Olga, no quiere decir que no estén ahí. Por el día, se esconden a la vista, pero están ahí, mirándonos y saludándonos con su parpadeo de luz.
—¡Qué cosas dices, Lumy! No me había dado cuenta de esto hasta ahora. La verdad, es que nunca lo pensé —reconocí un tanto extrañada—. Creí que las estrellas salían por la noche.
—Sí, eso le pasa a mucha gente. A los humanos os cuesta ver lo invisible.
—¿Ver lo invisible, Lumy? No entiendo —confesé—. ¿Cómo se puede ver algo que es invisible?"

¿Y tú qué crees, se puede ver algo que es invisible? ¿A qué se refiere Lumy? ¿Piensas que se puede conseguir?



23) Los árboles


"—¡Hola, Lumy! —le contesté—. ¿Qué haces abrazando un árbol?
—Estoy conversando con él. Estamos intercambiando energía, él me da su fuerza y yo a él, mi luz.
—¡Mira que eres raro, raro y maravilloso! —dije."

¿Qué piensas? ¿Se puede intercambiar energía con un árbol? ¿Por qué ocurre eso? ¿Qué tenemos en común?

¿Qué hacen los árboles? ¿Qué son? ¿Los árboles son importantes? ¿Por qué?

¿Podríamos vivir en nuestro hogar, la Tierra, sin los árboles? ¿Son imprescindibles para que haya vida? ¿Qué crees? 


24) Los deseos


"—Yo también deseaba verte, niña Olga —el conejito de luz se quedó pensativo y pronunció a media voz—. Los deseos son como fuerzas que nos empujan, son los orígenes de donde nacen las acciones.
—Entonces, Lumy, ¿también estamos hechos de deseos? —pregunté.
—Sí, niña Olga. También estamos hechos de nuestros deseos. Los deseos nos empujan a hacer unas cosas u otras —insistió el conejito de luz."

¿Qué crees, de nuestros deseos nacen nuestras acciones? ¿Los deseos nos empujan a hacer unas cosas y no otras?

¿Estamos hechos también de deseos?

¿Dónde se originan nuestros deseos? ¿Cómo sucede?

¿Por qué deseamos unas cosas y no otras?

¿Todos los humanos deseamos lo mismo?

¿Qué deseas tú? ¿Lo sabes? Si no lo sabes, lo puedes averiguar.

¿Qué desean las personas que quieres? ¿Lo sabes? Si no lo sabes, se lo podrías preguntar.



25) Lo que se desea de verdad


"—¿Sabes? —continuó hablando mi amigo—, a veces es difícil averiguar lo que se desea de verdad...
—¿Estás seguro, Lumy? Creo que es fácil saber lo que uno desea.
—¿Tú siempre sabes lo que quieres? —me preguntó extrañado el conejito.
—Yo, sí —respondí sin dudar.
—¡Qué bien, niña Olga! Es importante saber lo que uno desea de verdad. Los adultos, a menudo, se hacen un lío con lo que desean. Creen que desean una cosa y, en realidad, desean otra, incluso la opuesta. Sus deseos se confunden con los miedos; se pierden en el olvido, cubiertos por la pereza y la falta de confianza en uno mismo.
—No entiendo bien lo que quieres decir, Lumy—reconocí.
—Lo que quiero decir, niña Olga, es que es importante saber lo que uno desea de verdad. Si lo sabes, con esfuerzo y confianza, lo puedes conseguir. Si ignoras lo que quieres, todo se vuelve más confuso. Es bueno que crezcas sabiendo lo que quieres."

¿Tú sabes lo que deseas de verdad? ¿Crees que es fácil de descubrir?

¿Cómo podemos distinguir lo que deseamos de verdad de lo que, en el fondo, no deseamos? ¿Se te ocurre cómo? 

¿Es importante diferenciar los deseos de verdad de los que no lo son? ¿Por qué? ¿Para qué sirve saber hacerlo? ¿Qué consecuencias tiene eso? ¿Qué crees?

¿Te ha pasado alguna vez pensar que deseas una cosa y descubrir que en realidad no la deseas, y deseas otra cosa, por ejemplo, que te hagan caso, que te quieran, que se den cuenta de que existes...? ¡Qué complejos e interesantes somos los humanos! ¿Estás de acuerdo?

¿Piensas como Lumy que es importante saber lo que uno desea de verdad? ¿Si no lo sabes, es más dudoso que lo consigas? ¿Tus acciones se vuelven más confusas que cuando sabes lo que deseas? ¿Es bueno que crezcas sabiendo lo que quieres, y que no olvides nunca lo que deseas de verdad?


26) Lo real y lo imaginado


"—Pero pronto estarás bien —trató de consolarme mi amigo de luz.
—Supongo —contesté—, sin embargo estoy desanimada. Yo pensé que cuando me quitaran la escayola, estaría como siempre, y no es así.
—Entiendo, niña Olga. Las cosas que ocurren en la realidad no son como las imaginamos —dijo Lumy.
—Sí, es una pena, ¿verdad? —comenté.
—¿Una pena? —repitió el conejito—. No sé... Las cosas que ocurren son reales."

¿Verdad que lo que ocurre realmente por lo general es distinto a lo soñado e imaginado? ¿Lo imaginado es mejor que lo real? ¿Es más atractivo?

¿Te ha pasado alguna vez imaginar cómo es una cosa, una experiencia, y después comprobar que no es así? Quizás, en el mundo imaginario las cosas son más fáciles. No soñamos con el esfuerzo ni con las dificultades inesperadas. Sin embargo, en el mundo real existen problemas que resolver, conflictos, dificultades que vencer, sentimientos contradictorios que entender, dudas, miedos, deblidades momentáneas o no... La realidad es muy rica en estímulos y diversos acontecimientos. Siempre te pone a prueba, te ofrece distintos caminos a seguir, te obliga a tomar decisiones.

¿Lo soñado e idealizado irrumpe en la realidad por medio de las personas que sueñan e idealizan? A veces eso nos ayuda a vivir y otras veces nos impide ser felices. ¿Cómo diferenciarlo? ¿Qué opinas?

¿Qué crees, las personas sabemos distinguir lo ideal de lo real? ¿Sabemos valorar nuestra realidad a pesar de no ser ideal, de no ser nada perfecta?

¿Te imaginas vivir en un mundo ideal? ¿Todo lo que deseamos ocurriría en ese mundo? ¿Te imaginas vivir en un mundo perfecto, sin dudas, sin equivocaciones, sin arrepentimientos...? ¿Cómo crees que sería esa realidad ideal?

¿Todos los seres humanos queremos la misma realidad ideal? ¿Qué opinas? ¡Qué complicado!, ¿no?
¿Podría vivir cada uno de nosotros, único y singular, su realidad ideal? ¿Podríamos vivir unos con otros en una realidad ideal, relacionarnos y entendernos en ella? 


27) La realidad que construimos


"—Entiendo, niña Olga. Las cosas que ocurren en la realidad no son como las imaginamos —dijo Lumy.
—Sí, es una pena, ¿verdad? —comenté.
—¿Una pena? —repitió el conejito—. No sé... Las cosas que ocurren son reales. Y la realidad, la construyes tú.
—No entiendo, Lumy. ¿Qué quieres decir? —pregunté.
—Quiero decir que si tú vives las cosas que te ocurren con desánimo y desesperanza, poco a poco, tu realidad se vuelve tenebrosa y amenazadora. Por el contrario, si te enfrentas a las cosas que te suceden con fortaleza y confianza en ti misma, y con la decisión de superar las dificultades, que siempre existen en la vida real, irás adelante con ilusión y tu realidad no será tenebrosa ni amenazadora; será interesante. La vida puede ser una hermosa aventura, niña Olga —añadió mi amigo—. De ti depende en qué la conviertas; construye bien, construye con amor.
El conejito de luz me miraba con sus ojos-soles llenos de ternura. Mi amigo no dejaba de sorprenderme. Me hacía bien.
—Lumy, los conejitos de luz sois muy sabios, mucho más que los humanos, que, a menudo, se nos olvida lo más importante: vivir con ilusión y amor.
—Sí, es lo más importante —me dijo mi amigo muy serio—. Eso y el no olvidar quién eres. Tienes que recordar tus sueños, niña Olga, lo que deseas de verdad."

¿Qué te parece, cómo nos enfrentamos a lo que nos sucede en la realidad influye en cómo la vivimos? ¿Y en lo que nos va a suceder después?

¿Recordamos y recalcamos distintas cosas si vivimos con ilusión y confianza en nosotros mismos que cuando nos invade el desánimo y la desesperanza? ¿En qué te fijas cuando estás triste? ¿Y cuando estás alegre?

¿Qué suele suceder cuando estás de buen humor y contento? ¿Te has fijado? ¿Y cuando estás de mal humor e irritable?

¿Cómo te gustaría estar, malhumorado o contento? ¿Puedes hacer algo para lograrlo? ¿Se te ocurre qué? ¿Puedes intervenir para cambiar de humor? ¿Qué crees, es tarea tuya o lo tiene que hacer alguien por ti?

¿Qué opinas, los humores se contagian? ¿Si tú estás alegre es más fácil que los que están a tu lado lo estén también?

¿Somos importantes para las personas que se relacionan con nosotros? ¿Podemos influir en sus vidas para bien y para mal? ¿Qué piensas?

¿Cómo te gustaría influir en la vida de las personas que te rodean?

¿Crees que si las personas que se relacionan contigo están más contentas, tú también lo estarás? ¿Las personas que te rodean influyen en ti?

¿Todos formamos parte de una enorme red de comunicación? ¿Todos influimos en otros? ¿Qué opinas?


28) La pérdida de seres queridos


"—Niña Olga, mientras no me olvides, no me perderás. Estaré contigo, te animaré con mi luz... Recuerda, un día aprendiste a ver lo invisible, a mirar más allá de lo aparente —casi podía oír su voz entre los sonidos de la lluvia—. Construye bien, construye tu vida con amor e ilusión. La vida puede ser una aventura interesante. Ten confianza en ti. ¡Vívela!"
"Mi amigo no volvió, pero, en cierto modo, tampoco se había ido del todo. Estaba en cada rincón del prado, en sus flores, en la pequeña gente que vivía en él, en mi mirada, en mi corazón..."
"El haberle amado me hizo más fuerte y me descubrió un universo nuevo, el universo en que vivía mi querido conejito de luz."

Cuando un ser querido se va se nos parte el corazón. "Algo se muere en el alma", como dice una canción. ¿Qué crees, se va del todo o algo deja en ti después de haberle querido, de haber compartido con él o con ella tu tiempo?

¿Serías la misma persona si no lo hubieras conocido? ¿Qué te ha dejado? ¿Qué te ha enseñado?

Quizás, los que se van de verdad son los que olvidamos, los que no significan gran cosa para nosotros, los que nos son indiferentes. ¿Qué opinas?


29) Construir bien la vida, construir con amor


"Yo, sólo una niña de diez años, formaba parte de este enigmático mundo, lleno de vida y de deseo de seguir existiendo. No era una simple espectadora de lo que ocurre a mi alrededor; podía intervenir para conservarlo, para cuidarlo y quererlo. Podía decidir vivir con ilusión y amor a la vida. Vivir con amor... Empezaba a comprender mejor lo que me quiso explicar Lumy sobre vivir con amor. «Vivir con amor es vivir amando la vida. Es tener ilusión de vivir. Es dar importancia a las pequeñas cosas que haces. Es pensar que merece la pena vivir», me dijo mi querido conejito de luz un día. 
Desde luego, yo viviré con amor e ilusión, decidí. Afrontaré las cosas que me ocurren con valor; tendré coraje para superar las dificultades y los desafíos que se me presenten. Y no olvidaré que soy esa niña que sueña con volar. No olvidaré quién soy, ni siquiera en los peores momentos. Es mi decisión: vivir la vida con ilusión y amor. Y así será, porque de mí depende. Yo soy la que construyo mi realidad, merece la pena hacerlo bien, merece la pena hacerlo con amor."

¿Qué crees, merece la pena decidir vivir la vida con ilusión, con amor a la vida? ¿Esta decisión ayuda a construir mejor tu realidad? 

¿La vida puede convertirse en una apasionante aventura, llena de descubrimientos interesantes, si cambiamos nuestro modo de verla y de valorarla, nuestra actitud? Tú formas parte de este enigmático mundo de vida. ¿Cómo quieres intervenir en él? ¿Qué quieres construir con tus acciones? Tus decisiones son importantes ¿Qué decides hacer?

Quizás, no puedas decidir qué te va a ocurrir, pero siempre puedes decidir cómo afrontarlo, qué hacer con eso que te ha sucedido. ¿No te parece?

¿Te animas a escribir tus reflexiones en el blog? Gracias.










 





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