Lumy es un conejito de luz, tierno, entrañable, alegre, sabio y un tanto misterioso. Es muy especial, único y singular, como también lo es la niña Olga, su querida amiga.
Lumy es un conejito de pelo blanco, que resplandece como si estuviera hecho de luz. Tiene ojos dorados, como pequeños y cálidos soles; la nariz, las orejas por dentro y los bigotes, de color violeta.
Aparece de repente en la vida de la niña Olga y cambia su mundo. Lumy asoma su cabecita de entre las ramas de un arbusto, salta hacia Olga y ya nada es como antes. En la vida de la niña Olga surge Lumy, su querido conejito de luz.
Y ¿qué le gusta hacer a Lumy? A nuestro conejito de luz le gusta brincar, saltar, correr, charlar con sus amigos, ver cómo nace un nuevo día en el prado, cómo las flores y las plantas se lavan con las gotas del rocío y empiezan a beber del frescor del agua...
A Lumy le encanta la compañía de la niña Olga, hablar con ella de cosas importantes, oír cómo le llama por su nombre, hacerle cosquillas con sus bigotes de color violeta, dejarse acariciar en sus brazos. También le gusta jugar al pilla-pilla con las mariquitas, competir a quién salta más alto con los saltamontes, admirar a las mariposas...
Lumy disfruta intensamente cada momento vivido. Ve más allá de lo visible. Ama la vida. Le da importancia a las pequeñas cosas porque cree que la vida está hecha de esas pequeñas cosas de cada día.
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